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domingo, 27 de abril de 2008

XX

- ¿Ocurre algo? – preguntó el ministro acercándose a ellos tres.

Nuca no se dignó a volver la vista hacia el hombre, pues su mirada permanecía fija en el rostro de Alex. Sin embargo, su compañero Albel se interpuso entre su jefa y el ministro.

- ¿Quiénes son? – insistió el ministro empujando a Albel.

A pesar del empujón, Albel siguió en su sitio, esperando a que Alex les dijera qué hacer con el asunto de Shadow.

- Creo que hemos tenido un imprevisto con una misión, señor… - cortó Alex al darse cuenta se que todavía no sabía el nombre del ministro.

El hombre hizo un ademán de presentarse, pero Nuca habló primero.

- Sugiero que vayamos al complejo de Réquiem. Creo que no estamos en lugar seguro.

- ¿Cómo que no es un lugar seguro? – gritó el ministro. – Nos encontramos en el sector alfa de Nexus. Aquí no va a pasar nada.

- Albel. – murmuró Nuca. – Llévala tú.

Pretendía seguirles a pie. Podría alcanzar fácilmente la velocidad de la moto de Albel, pero realmente no le preocupaba ese asunto. Le preocupaba qué es lo que impulsaba a Shadow para buscar a Alex.

- Mis disculpas. – dijo Alex, haciendo una reverencia. – Tengo que marcharme.

Pudo parecer algo rudo, pero esa fue su despedida, lejos de cualquier protocolo. Si Nuca y Albel habían ido hacia allí de ese modo quería decir que el estado de Shadow no era normal. También le sorprendía que despertara tan rápido, pues aunque Isaac le avisó de que el letargo se acortaría por el tratamiento, no esperaba que lo hiciera tanto. Albel le ofreció un casco y ella se lo puso. No volvió a mirar al ministro, pues se montó tras su subordinado y fijó su vista en la carretera.

Nuca les seguía saltando de azotea en azotea. Es algo que solía hacer Shadow en su vigilancia, y probablemente estaría acostumbrado a viajar por la ciudad de ese modo. Tenía que averiguar sus intenciones antes de dejarle ver a Alex. Nadie sabe de qué manera puede despertar un vampiro de su letargo. Es posible que incluso hubiera cambiado su conducta después de estar a punto de morir.

Dejó de perseguir a la moto de Albel en cuanto notó la presencia del vampiro próximo a él. Se quedó quieto intentando divisar alguna figura que destacase sobre los demás edificios.

- Estaba buscando a Alex… Y te he encontrado a ti. – murmuró Shadow tras Nuca.

- Así que huelo a ella, ¿eh? – dijo el cazademonios.

- Maldita sea, dime dónde está. – gritó Shadow cogiendo del cuello de la camisa a Nuca.

Éste no contestó hasta que el vampiro le soltó. Parecía furioso y confuso, y no gozaba de un aspecto saludable.

- En este momento está con Albel viajando hacia el complejo de Réquiem. – respondió Nuca. – Si quieres vamos hacia allí.

Shadow pareció tranquilizarse. Algo durante el letargo le había hecho sentirse preocupado por ella, tanto como para llegar a estar más violento de lo normal. Pero ahora se daba cuenta de que todo estaba en calma y era innecesario sentirse preocupado. Si algo le inquietaba era la razón por la que se había comportado así.

Ambos hicieron el recorrido por separado, tomando direcciones distintas para un mismo destino. Shadow seguía sintiendo cierta inquietud, y Nuca se mostraba indiferente ante el comportamiento más calmado que había mostrado el vampiro. A él le seguía pareciendo peligroso, “no seguía el camino correcto”.

Alex se encontraba ya en el despacho de Cross Valantine. Buscaba la forma de preguntarle a Isaac qué había pasado sin ser demasiado violenta. Albel esperaba sentado frente a ella a que llegase Nuca con o sin Shadow.

- Trata de pensar en otra cosa… - sugirió Albel. – Por ejemplo podrías escuchar el nuevo encargo.

El teléfono del despacho tenía encendido un piloto rojo, que indicaba que había un mensaje sin escuchar. Alex se tuvo que resignar a hacerlo y pulsó un botón.

“Señor Cross Valantine. Procedo a informarle del enunciado de la nueva misión de clase C: Se trata de recuperar unos documentos ubicados en los restos de un avión estrellado recientemente en el sector beta de Nexus y limpiar la zona de escombros".

Albel se sintió decepcionado. Esperaba alguna misión de clase B o A, es decir, esperaba acción. Probablemente se la asignarían a uno de los miembros expertos, que iría acompañado de miembros poco iniciados. Lo peor de todo es que generalmente le tocaba a él aguantar a esos críos poco disciplinados, pues Alex consideraba que era el miembro experto que más tiempo libre tenía.

- Irás tú. – dijo Alex sin prestar atención a la expresión molesta de Albel. – Un chico de la sección BF-34 me pidió que se le asignara alguna misión. Lance, creo que se llamaba. – el otro se levantó y abrió la boca para protestar. – Y no protestes.

Albel salió sin decir nada de la sala y caminó por algunos pasillos. Por el recorrido se encontró con Nuca.

- ¿Ya estás aquí? ¿Y Shadow?

- Probablemente ya estará con Alex.

Así era, Shadow entró por la puerta de su despacho ante la mirada absorta de Alex.

- Quería verte. – murmuró.

Relato originalmente escrito por will-o'-the-wisp.

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