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domingo, 27 de abril de 2008

XXII

Albel recorría los pasillos pensando en el tema "Porque demonios tengo que aguantar a los nuevos? porque siempre yo?" se había tragado las ganas de soltárselo a Álex en su despacho, en parte porque no quería crear una discusión.

Llegó a la puerta de la habitación, la puerta de madera de cedro estaba medio destartalada, cómo si estuviese apunto de caer sobre el primero que apoyara su mano sobre el pomo. Através de ella se escuchaba la música del interior, el CD en questión era "Unplugged in New York" del grupo Nirvana, Albel lo había reconocido porque últimamente se escuchaba mucho por la rádio. Abrió la puerta, desatando un terrible crujido y la cerró tras de sí.

Más que una habitación aquello parecía un armario, el espacio estaba comprimido y aprovechado al máximo para poder almacenar lo propio en un cuarto: las estanterías llegaban hasta el techo de forma paralela, y una katana se situaba en uno de los huecos entre ellas.

De espaldas a la puerta se encontraba el joven en questión, su pelo azulado se prolongaba hasta la mitad de su espalda desnuda, unos pantalones negros y una pulsera de pinchos eran las únicas prendas que llevaba puestas. El chico se giró y miró hacía la puerta. Observó a Albel cómo un lobo observando a su presa, apreciando cada detalle y cada variación posible.

- Esto...Lance , número de miembro 17-23-45 no?

- Si, Albel no?- Lance le tendió la mano, ofreciendolé un apretón

- Tenemos una misión que hacer, ponte en pie y marchemos

- No hay poqué ponerse así

- Mira chico, no tengo nada contra ti, simplemente está misión es poco para mi, me fastidia tener que dar vueltas con un novato alrededor de un avión estrellado mientras los demás pelean y realizan misiones importantes

Lance calló, no queria empeorar las cosas.

- Nos veremos en el vestíbulo en 10 minutos, no llegues tarde

Lance asintió y Albel dejó el cuarto. Lance se levantó, apagó la cadena de música y salió corriendo hacia el ascensor mientras se ponía la camiseta. Pulsó a ciegas el botón del ascensor y se terminó de poner la camiseta. En cuanto las puertas se abrieron se metió hacía el ascensor y de repnté miro hacia uno de los laterales, no estaba solo. Del ascensor salía una joven mujer, todo lo que un joven de mediana edad pudiese desear, atractiva y bien vestida, salió deprisa, ajetreada, como si buscase algo, Lance la tenía vista de algún lado. La mujer se cruzó con Albel mientras este se dirigía al ascensor.

- Albel, dónde está Shadow?

- No lo sé –dijo Albel con un tono serio – pero lo que si es seguro es que está en el edificio. Y el inspector?

- Pululando por aquí, espero que no nos moleste mucho

- Me voy, tengo una misión que hacer – dijo Albel mientras se daba la vuelta y entraba al ascensor

Observó a Lance, estaba parado pensantivo y con la mirada perdida y se dirigió a él.

- Que mosca te ha picado?

- Qué és Shadow?-dijo Lance con el ceño fruncido- y la otra chica…

- Shadow és un nombre, què sino? Y la mujer, es Àlex, la secretaria de Cross

- Las secretarias llevan vestido de noche en el trabajo?

- No te metas, concéntrate en la misión

El ascensor llegó a su destino, y ambos salieron de él con suma rapidez. Subieron al coche convenientemente situado frente a la entrada y marcharon.

El coche negro de confundía con las sinuosas sombras que los edificos proyectaban sobre el asfalto.
Ante la tensión que se respiraba en el ambiente, Lance se dirigió a Albel en tono sonriente:

- Y...acerca de la misión...habrá acción? enemigos? - dijo mietras dibujaba una sonrisa en su cara

- Acción? Enemigos? - dijo Albel en tono sarcástico, entonces, apartó su mirada de la carretera y dijo - Leeme los labios: Misión de reconocimiento, se basa en investigar el motivo por el cuál se estrelló ese maldito avión - dijo mientras su pie se acomodaba sobre el acelerador y lo presionaba

- Eh,eh,eh - dijo Lance con preocupación -estás acelerando mucho, no crees?

- Así llegaremos antes - respondió, y pisó con más fuerza el acelerador

Llegaron al poco rato, a Lance la periféria de la ciudad siempre le había parecido un lugar tranquilo y apacible, le recordaba al lugar donde se había criado, antes del orfanato, aunque de el recordara pocas cosas. Albel tomó una calle secundaria, que al poco se bifurcó en otra, y en otra, y en otra sin parar. De repente, y como un oasis, Albel giró a la derecha, y encontraron un parque, en el cual se podían vislumbrar los restos del aparato.

- Ahí está - dijo Albel señalando los restos del avión

- Quizá este hablando demasiado pero...cuando un avión se estrella las alas de le arrancan de cuajo? - dijo mientras se bajaba del coche

- Obstáculos en la caída? Es un espacio bastante abierto...-respondió, pero Lance le cortó

- Improbable...-dijo mientras se agachaba y observaba unos cristales rotos en el suelo

Este tío...el que mira los restos del avión, tan analítico, tan misterioso, tan detallista...es el mismo chico risueño al que Álex deslumbró?- pensó Albel

En ese momento, y como un rayo de luz incidiendo en un espejo, algo cruzó la mirada de Albel, había visto algo...algo que le cuestionaba cuanto tenía asumido sobre la misión. Albel se acercó al cuerpo del avión, y en una de sus paredes exteriores observó tres líneas paralelas que rompían la blanca harmonía cromatica establecida.

- Un arañazo? no puede ser...

- Qué pinta un arañazo en un avión accidentado? - añadió Lance . ...a no ser...

- Exacto, este avión no se estrelló por ninguna razón de azar, ni tormentas, ni contratiempos. A este avión...

El aire se cargó, el viento perdió toda mobilidad y un frío inusual invadió el ambiente, de repente tres siluetas aparecieron sobre el tejado de un edificio, justo a la espalda de Lance. El más alto de los tres, que se encontraba de perfil. los observó y dijo con orgullo:

- Este avión lo hemos estrellado nosotros.

Lance le observó, no era un hombre normal. Su silueta si lo parecía, eso resultaba indiscutible, o almenos la parte visible, entonces se giró, y les miró de frente.

- Su mano izquierda es una garra? - dijo Lance con gran sorpresa. En ese momento se giró hacía Albel y dijo - de que va esto Albel?

Albel estaba hablando por el móvil, desconocía con quien mediaba, así que Lance retubo su ímpetu:

Demonios...somos dos contra tres, la diferencia númerica es mínima, pero es algo. Aparte, Albel va desarmado...dios es una misión de reconocimiento, pero que estúpido iría desarmado fuera de la base? Pero pensando en esos tres...los demás no me inquietan, pero el de enmedio...qué demonios es esa garra?- penso Lance

Entonces, el sujeto de la garra se dirigió a sus compañeros y les dió unas órdenes, claras y concisas.

- Matadles - formuló señalando a Lance y a Albel

Saltaron, y como empujados por un extraño viento, los agresores se dirigían prestos hacía los dos jóvenes.

Que cojones pasa con estos tíos? Vuelan? Aquí están pasando demasiadas cosas - se gira hacía Albel - y a quién se le ocurre ponerse a hablar por el móvil en un momento así? Imbécil...- prosiguió Lance mentalmente

-...són tres, así que mandame a cuatro o cinco reclutas...

Mierda! Esos dos se acercan cada vez más y para colmo Albel no deja el puñetero teléfono. Tendré que pararles yo.

Lance desenvainó su katana, el descenso de los dos oponentes era lento, muy lento, como un intento para prolongar la agonía de ambos y disfrutar más de su muerte.

-...Qué? Idiota, si hago eso nos descubrirá! - Dijo Albel, continunado con su conversación telefónica-...está bien- concluyó, y colgó el teléfono.

Albel se desperezó y empezó a andar hacía Lance para interponerse en su colisión con los enemigos.

- Está estúpida de Álex, luego la culpa será mía - dijo mientras se colocaba al lado de Lance- Aparta, no son rivales para tí

- Estás de broma?! Y que planeas, vencerles con tus puños desnudos? - gritó Lance

- Necio, hay batallas que no se libran con las armas, sino con las artes- dijo, y colocó sus manos formando un círculo y apuntó enmedio de los dos oponentes - Arde!

De repente, y ante el asombro de Lance, unas llamas furiosas, como surgidas del averno, aparecieron entre los dos enemigos y les devoraron por completo, consumiendose sus cuerpos pasto del fuego al unísono.

Esas llamas...Albel sabe usar la piroquinésia? Pero...creí que eran leyendas y cuentos de hadas...pero lo he visto, esto no puede ser un sueño...-pensó Lance

En ese instante, el tercero, y en contra de todo pronóstico, desapareció y reapareció frente a Albel en una fracción de segundo, entonces, este lo agarró del cuello y lo elevó en el aire

- Tu piroquinesia resulta intersante, sin embargo, debés pagar por lo que has hecho...dos compañeros valen mucho.

Mierda, ahora no puedo usar la piroquinésia, la expolsión nos alcanzaría tanto a mi como a Lance...-pensó Albel intentando encontrar una respuesta

- Apretaré más fuerte poco a poco...

Soy un lastre...

- ...un poco más... - prosiguió mientras cerraba la mano aumentado la prisión que contenía el cuello de Albel

...de qué sirvo como compañero?...- pensó Lance

- Lance, apartaté! - exclamó Albel, pero el joven no respondía, era como si se encontrara en el limbo, poseído por algo que no le dejaba reaccionar

...prometí que no me volvería a suceder, prometí que no volvería a fallar, pero lo he hecho.- entonces, Lance recordó a su amigo Max, que fue asesiando a golpes ante sus ojos en el orfanato- no, espera- se giró y miró la cara de Albel - aún puedo! aún puedo...-dijo mientras sostenía su katana.

Arqueó al máximo su brazo y lo soltó, la katana atravesó todo el brazo y lo revanó limpiamente, como una cuchilla invisible, y la sangre que dejó empapó el suelo, cuando el bazó cayó al suelo, amputado, Albel quedó liberado.

El enemigo entonces se giró, ciego de rábia y amenazo a Lance con su garra, pero aquello ya estaba decidido. Treinta-y-tres disparos consecutivos atravesaron el cuerpo del agresor, y le convirtieron, en su caída al suelo, en inerte cadáver. Una furgoneta se acercó a gran velocidad. Se paró justo al lado de los dos y su puerta trasera se abrió, de ella apareció un extraño joven que vestía un extraño traje que le cubría todo el cuerpo y la cara, a decir verdad, Lance no reconocía su silueta como humana.

- Isaac? que haces tu aquí? - dijo Albel sorprendido

- Me envían desde arriba, me dijeron que teníais problemas - de la puerta salieron cuatro individuos con batas y mascarillas quirúrjicas blancas- coged el cadáver del grande y también su brazo, nos podrían ser de ayuda en las investigaciones.- dijo dirijiendosé al blanco escuadrón, después se giró hacía Lance y dijo- por cierto Albel quién este chico?

- El novato, creo que me acaba de salvar el cuello...un poco- dijo con una cara de resignación

- Nononono, al contrario, sólo hice lo que debía, además, tú me salvaste antes...-dijo sonrojado, entonces, su expresión canvió de golpe- Espera! Tienes que contarme que fue eso de antes!

- Lo de antes? no se a que te refieres...-dijo Albel haciendose el loco

- El fuego! Esos tíos voladores! Esa garra! Es todo tan extraño...-gritó Lance

- Volvamos a la base, tal vez sea hora de aclararte ciertas cosas - dijo Isaac

Relato originalmente escrito por Locke.

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